Experiencia de una celíaca en Port Aventura
Durante el puente de Halloween decidí ir a Port Aventura para pasar unos días agradables en familia montando en las atracciones y disfrutando de los espectáculos y eventos especiales de miedo.
Nos alojamos en uno de los hoteles propios del parque, en el Hotel Caribe. A nuestra llegada informé a la recepcionista de mi enfermedad y me hizo rellenar un documento con mis datos personales, así como también tuve que indicar que era celíaca y las alergias que tengo a otros alimentos. Me dijo que este documento se enviaría tanto al restaurante del hotel como a los establecimientos del parque, lo cual me pareció fantástico.
Anteriormente me había informado de que no se podía entrar comida al parque, aunque sin duda alguna si voy en otra ocasión no faltarán alimentos sin gluten en mi mochila. Pero bueno, esto ya os lo contaré más adelante.
Nos alojamos en uno de los hoteles propios del parque, en el Hotel Caribe. A nuestra llegada informé a la recepcionista de mi enfermedad y me hizo rellenar un documento con mis datos personales, así como también tuve que indicar que era celíaca y las alergias que tengo a otros alimentos. Me dijo que este documento se enviaría tanto al restaurante del hotel como a los establecimientos del parque, lo cual me pareció fantástico.
Anteriormente me había informado de que no se podía entrar comida al parque, aunque sin duda alguna si voy en otra ocasión no faltarán alimentos sin gluten en mi mochila. Pero bueno, esto ya os lo contaré más adelante.
En la recepción del hotel me comentaron que había bastantes bares y restaurantes que ofrecían comida sin gluten pero que debía informar previamente al encargado del establecimiento. El primer día optamos por comer en el 'The Old Steack House' en el Far West. Al llegar antes de hacer cola hablé con la encargada y me comentó que tenía únicamente dos opciones brocheta de pollo o hamburguesa (creo recordar), no señaló ningún primero y el postre apto no lo podía tomar por mis intolerancias alimenticias. Me decanté por la brocheta y tuve que esperar más de tres cuartos de hora para mi plato. La primera experiencia fue positiva, a pesar de la espera y que no había casi opciones.
La verdadera odisea vino para cenar, me tuve que ir con el estómago vacío a la cama. Debido a que había mucha gente y las colas eran abundantes, decidimos ir a cenar tarde. También porque había un pasaje del terror que comenzaba a las 20.30 y había cola de dos horas, por lo que decidimos esperar y cuando saliésemos ir a un restaurante. Pero nada, tuve que irme a la cama con hambre, porque después de una odisea yendo de restaurante en restaurante y estar todos cerrados al llegar al hotel me comentaron que la cocina estaba ya cerrada, aunque no la cafetería que sí ofrecía alguna comida, pero por supuesto sin TACC. No hace falta añadir que todas las demás personas con las que acudía a mi viaje no tuvieron ningún problema, había cientos de puestos de perritos calientes, de bocadillos, pizzas, hamburguesas, bares... pero en ninguno había nada para celíacos, ni una ensalada te garantizaban que fuese libre de gluten.
En definitiva, los restaurantes en los que puedes comer son el 'The Old Steack House' y 'Iron Horse' en el Far West, 'Racó de Mar' en Mediterráneo, 'Bora-Bora' en Polynesia, 'La Hacienda' y 'La Cantina' en México, y 'Marco Polo' en la zona de China. Establecimientos en los que sólo abren durante el servicio de cenas y comidas, por lo que si te apetece tomarte algo a mitad de la tarde, a media mañana o al final de la noche olvídate. Además, normalmente cierran como tarde a las 22:30 horas.
Lo único bueno fue el desayuno en el hotel, se lo comenté al maitre que nos acompañó a la mesa. Me dijo que él era el encargado de hacerme llevar la comida y que en cocina la harían específicamente para mí. Había para elegir huevos fritos, revuelto, bacon, jamón ibérico, pan y cereales. La bebida también te la traían, desde la leche hasta el zumo. En esta cuestión sí que fueron muy amables, porque te insistían en que no te cortases a la hora de pedir, ya que era un buffet.
También quería deciros que a pesar de que el parque temático no permite la entrada de alimentos, lleves por si acaso ya que lo más seguro es que no te revisen la mochila al entrar. En atención al público nos comentaron que para poder entrar comida sin gluten teníamos que llevar una autorización de nuestro médico en la que a parte de indicar que padecíamos dicha enfermedad nos autorizase portar comida específicamente a Port Aventura, vamos que se aseguran que casi nadie lo haga. Es más, me parece ridículo ir al médico para eso... pero bueno. Resumiendo, si acudís a Port Aventura yo que vosotros llevaría comida.
También quería deciros que a pesar de que el parque temático no permite la entrada de alimentos, lleves por si acaso ya que lo más seguro es que no te revisen la mochila al entrar. En atención al público nos comentaron que para poder entrar comida sin gluten teníamos que llevar una autorización de nuestro médico en la que a parte de indicar que padecíamos dicha enfermedad nos autorizase portar comida específicamente a Port Aventura, vamos que se aseguran que casi nadie lo haga. Es más, me parece ridículo ir al médico para eso... pero bueno. Resumiendo, si acudís a Port Aventura yo que vosotros llevaría comida.
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